La fiesta con la que había terminado el show de NTVG se prolongó con la llegada de los primos, como se dicen ellos, durante un buen rato más. Es que La Vela Puerca hizo cantar a toda la Comuna San Rock-e. Durante varios pasajes del set Cosquín se convirtió en un gran coro de 30 mil personas.
La Vela maneja casi a la perfección los tiempos y climas del show. Después de alguna seguidilla furiosa, llega la calma con Mi Semilla y Va a Escampar, promediando el show, como para tomar un respiro y volver a saltar con Llenos de Magia y La Sin Razón, que se pegan inmediatamente.
Otro de los puntos altos fue justo antes del comienzo del fin, cuando El Enano invitó a Marcel Curuchet, teclados de NTVG para hacer juntos En el Limbo y por tercera vez las luces que apuntan al campo se encendieron para que la gente haga lo suyo. Para el final, se despacharon con Zafar, El Viejo y El Profeta, tres clásicos súper festejados.
Se habló mucho durante esta jornada de la diversidad de bandas que desfilaron, fundamentalmente, por el escenario principal y cómo iba a tomar esto el público. Bueno, ver a una bandita de pibes de jeenes negros y remeras de Almafuerte saltando con El Viejo, creo que lo dice todo
